lunes, 20 de febrero de 2023

EL DESIERTO DE DUBAI

 



¡Desde el desierto de Dubái hasta los wadi de Omán!

Si la naturaleza te llama, ¿tú no contestas?
En Oriente Medio, lejos de los rascacielos y las ciudades futuristas hay un mundo de naturaleza que puede convertirse en el marco de experiencias inolvidables, que probar al menos una vez en la vida.”
“Lugar hospitalario y además encierra un ecosistema delicado y extraordinario”.

Un día a pleno estilo beduino

Nómadas, con leyendas milenarias a su espalda. Son los beduinos, en árabe “bedawi”, los habitantes más ancestrales del  desierto árabe. La historia de Dubái, que es muy rica y actualmente conocida en todo el mundo por su modernidad, no puede prescindir de estos personajes fascinantes. La manera más auténtica de descubrir las maravillas del desierto es vivir experiencias allí mismo.

Explorar el Gran Rubʿ al-Khālī, que en árabe significa El cuarto vacío” (donde “cuarto” indica la cuarta parte después del cielo, la tierra y el mar) a lomos de un camello, observar como el viento esculpe las dunas y permite a estos grandes sabios orientarse, beber té y saborear esencias con el narguilé en sus campamentos; entender que el desierto, más allá de su aparente silencio, está en realidad poblado por animales extraordinarios; degustar una barbacoa árabe e incluso asistir a un espectáculo de danza del vientre al caer la tarde. Son todas ellas experiencias de por sí increíbles, aún más mágicas gracias a la hospitalidad beduina. Una hospitalidad que hará que regreses a casa con un humor diferente. Y la primera noche de luna llena, te sentirás como el poeta Giacomo Leopardi cuando recitaba a la luna “Dime qué haces, silenciosa luna, contemplando el desierto”.

Mano a mano con la naturaleza de Omán

Su población es tan amable como impracticable su naturaleza Omán es, paisajísticamente hablando, simplemente sorprendente. Para sumergirte en escenarios atemporales no tienes más que subirte a un 4 x 4 y alejarte de la capital rumbo a la región de Al Sharqiyah, en dirección a Wadi Al Arbaeen.Entre lagos artificiales para bañarte, torrentes donde hacer water bashing (“rodear el curso de un río”), cañones con rocas multicolor que pasan del rojo al violeta, al amarillo, montañas infranqueables, pueblos omanís y amables personas autóctonas entenderás completamente lo que es un “oasis verde”. De los muchos Wādī o Uadi, cursos de agua que se hallan en las regiones desérticas o semidesérticas del inmenso Omán, Al Arbaeen es sin duda una etapa imprescindible.

Casi tanto como Wadi Dayqah, famoso por su dique que forma un lago entre las montañas, algunas de ellas formadas incluso por fragmentos de madera fosilizada. Pero probablemente, donde te darás cuenta de cómo la naturaleza, con su silencio prudente, es el fondo perfecto para estilos de vida muy diferentes al tuyo y que debes conocer, es en el pueblo de Mazara, a 25 km de distancia, con las antiguas ruinas de su castillo, desde donde se domina todo el valle.

Qué vestir en las zonas desérticas

Tanto si tu meta es Omán como si se trata de Dubái hay algo a lo que debes prestar mucha atención: la ropa. Sí a los pantalones de tejido técnico cortavientos e impermeables; es fundamental una camiseta de manga larga, mejor si es de un material natural como el lino o el algodón, para evitar quemaduras; y son imprescindibles unas gafas de sol envolventes. No importa si son de tendencia o no, lo que importa es que garanticen una protección total ante los rayos solares y que sean lo suficientemente grandes como para protegerte de la arena que arrastra el viento.

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